ELLA DUERME
Una
noche despiertas,
miras a tu alrededor
y de pronto te das
cuenta:
Que sin esa dama
que hoy duerme a tu
lado,
la habitación sería
un templo vacío.
Porque
el vapor del amor
es incienso
que purifica el deseo.
Ella duerme… cierto.
Pero su cuerpo, desnudo y ajeno
es la misma prolongación
de tu ego.
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