sábado, 7 de junio de 2014

PALABRAS HÚMEDAS




 
Foto de Juanjo Ayesta




  


Tú me hablas
en la marisma de un sueño
yo, camino sobre palabras húmedas.
Complaciente,
sé que me observas
recorriendo tu vientre.
En tus ojos
se derrama el Universo.
Bordas la noche
en un mechón de mis cabellos.
Te poseo.
El tiempo se detiene.
La cama es una pradera 
…cabalgamos dormidos.









Foto de Juanjo Ayesta






PERVERSIÓN





Foto de Juanjo Ayesta





                                                        

Ella busca el roce
el suave distenderse de mi otro cuello
añora la tibia morbidez de mis besos
la palabra ansiosa, vuelta presagio.
Le aseguro que su cuerpo
es fruta jugosa,
que la grieta que se abre a mis deseos
la cosa más deliciosa.
Pero no me escucha
postrada en un placer intenso.
Me dice que mi falo es leña ardiente
una braza, que la lleva hasta el orgasmo.
Que ama todas mis destrezas 
porque saben a pecado.










Foto de Juanjo Ayesta



PLENITUD





Foto de Juanjo Ayesta








Es propietaria del placer que me pierde,
su delicado aroma
el afrodisíaco que degusto… intensamente.
Cada vez que levanto su vestido
me extravío en el nylon de sus piernas
y se extasían en su cuerpo
mis manos, mis ojos y mi lengua.
Es dueña del espacio que habito
dueña de mi risa y de mi tiempo
y es mi mujer:
Cuando la llevo hasta la cumbre del clímax
cuando mi arpón estalla en su vientre
y su voz se quiebra en el aire, 
para transformarse en mil gemidos.








Foto de Juanjo Ayesta










FASCINACIÓN














Esta muchacha
envuelta en el celofán
de sus veinte años,
se deleita cuando indago
…por el interior de su falda.
Amante de mis vicios
elucubra sórdidas pasiones
y se remoja,
lascivamente los labios.
Esta muchacha
bañada en la luz
de una pálida mañana,
se estremece cuando ruedo extasiado 
por el arco alucinante de sus bragas.















EFERVESCENCIA





Foto de Juanjo Ayesta









Es hermosa y voraz
como la hierba que crece en los caminos.
Sabe dar y recibir placer
en una sensualidad que la desborda.
Sin límites
se ha vuelto un poco mi sombra
y asfixia las horas
en el vértigo de su mirada.
Se regodea en el espejo
voluptuosa,
me presiente… me trastorna 
adivina mis antojos más ocultos.











Foto de Jean Loup Sieff



NUBES



 
Foto de Juanjo Ayesta
 






¡Libérame!
déjame corretear como un niño
en tu mirada
y cabalgar ligero
por tus colinas y valles.
Abrazarme a tu talle
en las noches de frío.
Hazme saber que vivo:
Cuando al hundirme
en tus caderas
brote de mi tronco firme 
un torrente de nubes.









Foto de Juanjo Ayesta



LICANTROPÍA




 
Foto de Juanjo Ayesta







Esta mujer es mi cómplice
mi fiel manceba,
cuando mi tallo se alarga
hierve un caldero en sus venas.
Entonces,
lo recorre pasmosamente
lo aprisiona… lo humecta.
Se apodera de mi carne
y me llena de primores.
Audazmente ladina
se regocija en esta testa
y… abriendo las piernas
me señala con un dedo, 
su más codiciada prenda.








Foto de Rikki Kasso



ÁNGEL CAÍDO


  


 
Foto de Fréderik Fontenoir







Habitaré tu cuerpo  ─me digo─
seré un enjambre de manos
recorriendo tu piel.
Un amante perfecto
que te dará placer y cariño.
No hay amor en esta entrega
ni falsas promesas
sólo espejismos.
Te daré un nombre impreciso
mutilaré tus anhelos
y esperanzas.
En los espejos de mis ojos
no verás más a la niña que fuiste
te contemplarás mujer. 
Ángel caído… sin alas.










Foto de Juanjo Ayesta



OTRA MUJER FRENTE AL ESPEJO







Foto de Juanjo Ayesta








Una sonrisa que evoca tu recuerdo
un cuerpo esbelto
navegando entre sábanas.
Mis manos
supieron reinventar tu geografía.
En la intimidad del cuarto
germina tu ausencia.
Una botella de ron
sobre la mesa.
Otra mujer frente al espejo
serpentea frenética
se desbarata,
¡gritan mi nombre sus pupilas!










Foto de Juanjo Ayesta





DEVOCIÓN














Ella teje maliciosa mi destino
desborda mis anhelos y utopías
en un vórtice supremo.
Como un pequeño cuervo
devora recuerdos y ausencias
que ni imagino
traza líneas de humedad
sobre mi piel
y elabora nuevas fantasías.
Descubre en mis ojos
al niño que fui
y al hombre que soy
le da de comer
del fruto exuberante de su cuerpo.














TODOS LOS CAMINOS





Foto de Juanjo Ayesta








Su piel es morena,
de un color amaderado
como los rones añejos.
Cuando mi lengua recorre su cuerpo
endurecen sus pechos
y se hinchan los pétalos
de su maravillosa vaina.
Amazona nocturna
a veces me cabalga
con la furia de un ser desconocido.
Entonces,
en su rostro prenden
radiantes fogatas
se iluminan todos los caminos.











Foto de Juanjo Ayesta









ARCO IRIS







Foto de George Pitts









Amo la rubia caída de tu pelo
el verde olivo de tus ojos
la miel, que destilan tus labios
cuando besas.
Amo el olor de tu cuerpo
que es como un campo de flores
en primavera,
y el delantal que usas
cuando preparas la cena.
Amo tus faldas cortas
tus largas piernas
la chimenea que de pronto,
arde en tus pupilas.
Y… cuando la cresta
de mi ariete te penetra,
el color púrpura
que enciende tus mejillas.













BOSQUE SECRETO






Foto de Gunther Vandenven








Ella es blanca,
su piel de cera
evoca la nostalgia
de una playa espumosa.
Taciturna
atisba en mis sueños
como una sílfide
y se diluye en un abismo.
Entonces sus ojos claros
son dos duendes que me pierden
...en el bosque secreto
de su cuerpo.















MUJER DE RUBIA CABELLERA













Tiene cuerpo de alabastro
mirada insomne
y un jardín de dorados vellos.
Cuando la hago mía,
guardo su nombre
hasta las grutas del sueño.
Mujer de rubia cabellera
y blancos senos.
¡Cuántas veces acaricio
embelesado,
las cordilleras ardientes
de tu cuerpo!













ELLA DUERME














Una noche despiertas,
miras a tu alrededor
y de pronto te das cuenta:
Que sin esa dama
que hoy duerme a tu lado,
la habitación sería
un templo vacío.
Porque el vapor del amor
es incienso
que purifica el deseo.
Ella duerme… cierto.
Pero su cuerpo, desnudo y ajeno
es la misma prolongación de tu ego.













CULMINACIÓN    





Foto de Juanjo Ayesta








Cuando la penetro hincada de rodillas,
no logra detener su vuelo.
Mis afanes hacen un surco en su mirada
y su cuerpo se va desmayando
como una flor cuya arrogancia,
habrá dejado para siempre.
Le doy lo mejor de mí
y ella responde vaporosa
enredada entre las zarzas húmedas
de sus cabellos negros.
Me arranca un grito inefable
y sus dedos escarban en el aire
o se vuelven… un manojo de raíces.









Nobuyoshi Araki










MUCHACHA




  










Oculto
bajo el divino puente de tela
que separa sus piernas,
tímido césped florece
…echando raíces nuevas.